Todos soñamos con la perfección.
Una vida perfecta,
una familia perfecta,
una pareja perfecta,
unos amigos perfectos...
Pero como de costumbre, nos olvidamos de que no somos máquinas, 
que somos simplemente seres humanos.
Creaciones imperfectas, con fallos y rarezas, pero todos y cada uno únicos, y eso nos hace increíblemente especiales.
No hay que buscar el motivo, simplemente lo somo y punto.
Puede que haya quien piense lo contrario, ya que somos libres de creer en lo que queramos.
Pero tarde o temprano todos se darán cuenta de que esto es cierto, porque el físico se puede copiar,
pero el interior no, y ese es lo que realmente importa de cada uno.